Invitada especial a un desayuno en la muy “venezolana” Ciudad del Doral, en el condado de Miami-Dade, la congresista de origen cubano y presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Ileana Ros-Lehtinen, recibió el agradecimiento, por su apoyo incondicional,  de las organizaciones venezolanas de oposición en el exilio.

Estos movimientos que enfrentan lo que ellos consideran son los desafueros y agresiones a la democracia del presidente venezolano Hugo Chávez Frías, son la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio -VEPPEX- y la Venezuelan Awareness Foundation.

El desayuno tuvo lugar en un conocido punto de encuentro de los venezolanos, el local de comida El Arepazo, allí se produjeron las declaraciones de la congresista republicana, que ha venido insistiendo a la administración del presidente Barack Obama sobre la importancia de prestar más atención al caso Venezuela.

“Democracia y Chávez son dos palabras que no van juntas” enfatizó la política estadounidense, al tiempo que recordó que el momento es el más adecuado para prestar más atención a lo que ocurre en Venezuela. Ros-Lehtinen repasó momentos de su historia personal y la de sus padres activos luchadores del exilio cubano, y dijo saber qué es lo que sienten sus amigos venezolanos, quienes en su opinión “viven una tiranía de manos de un déspota, igual que nos ocurre a nosotros con los Castro”.

Sin embargo, ante la pregunta de algunos medios sobre si la enemistad de Estados unidos y Venezuela es más retórica que real, por qué no eran adelantadas más acciones legales, la congresista se limitó a pedirles a los venezolanos que le hicieran llegar cualquier caso legal en curso, a través de las organizaciones anfitrionas, sin puntualizar la respuesta.