
A Ivana
Puedo asegurarle a Ivana que su padre, los otros comisarios y los policías, todos ellos son inocentes
Han pasado ocho años y ahora vemos a una joven de gran madurez y valentía que solo pide “un poco de sol para su padre” para poder salvar su vida, pero en respuesta los jerarcas del poder le responden que no es posible porque se trata de un asesino.
Como muchos venezolanos viví de cerca los sucesos del 11 de abril y como periodista me tocó la tarea de investigar las 19 muertes allí ocurridas. Incluso en una ocasión me tocó asistir al juicio en Maracay y atestiguar basado en las investigaciones realizadas aún consciente de que no serían tomadas en cuenta.
De toda esa vivencia puedo asegurarle a Ivana que su padre, los otros comisarios y los policías, todos ellos son inocentes. De esa inocencia quedaron pruebas contundentes.
Los dos muertos de puente Llaguno atribuidos a la Policía Metropolitana fueron asesinados por un mismo francotirador desde el hotel Edén, posiblemente de la entonces Disip o de la Casa Militar. El hombre desapareció sin dejar rastros aun cuando al mismo momento en que se producían los disparos el helicóptero de ese cuerpo sobrevolaba la zona.
El resto de los caídos fueron asesinados: tres por la Guardia Nacional y el resto por los pistoleros de la avenida Baralt armados por el chavismo.
Aparte de las pruebas documentales existentes guardo en sitio seguro la grabación que le hice a Rafael Cabrices, uno de los pistoleros hoy fallecido, quien en una entrevista me explico cómo con las armas en la mano se apostaron tres días antes en puente Llaguno y Miraflores para defender la revolución. Según decía no confiaban totalmente en que el Ejército pudiera detener a las manifestaciones opositoras. Desde este corto comentario puedo asegurar a Ivana que tu padre Iván y sus compañeros de prisión son inocentes.
Twitter: folivares10
http://www.eluniversal.com/opinion/130202/a-ivana