Los Teques.- La presencia por segundo día consecutivo en la Plaza Bolívar de Los Teques de la Guardia Nacional no resultó ser una garantía para los periodistas de los dos rotativos que circulan diariamente en Altos Mirandinos, durante la cobertura de las incidencias de una concentración que tenía como objetivo entregar un documento en la Oficina Regional Electoral para exigir el reconteo de 100% de los votos de las elecciones del pasado domingo 14 de abril.

Pese a la presencia de grupos oficialistas, que buscaban amedrentar a la comitiva de la Mesa de la Unidad Democrática que acudió al lugar, nadie esperaba que las acciones se salieran de control y la violencia se desatara en contra de los edificios patrimoniales de la capital mirandina y las sedes y personal que labora en los diarios La Región y El Avance.

Daniel Murolo, jefe de redacción de La Región, quien ayer acudió al Cicpc para hacer la denuncia de lo ocurrido, contó que el personal a su cargo se hallaba en sus oficinas cuando se oyó la detonación de una bomba molotov con la que intentaron quemar la casa de AD, muy cerca de la Alcaldía de Guaicaipuro. “Cuando oímos la explosión nos montamos en la azotea del edificio y vimos a un grupo de personas que arremetían contra esta casa y rayaban las paredes. Empezamos a tomar fotos y a grabarlos con nuestros celulares y cuando nos vieron nos lanzaron piedras. Allí comenzó el primer ataque”, relató el periodista.

Acto seguido, los periodistas hicieron llamados de auxilio por redes sociales. Al colgar las fotos de la arremetida contra el patrimonio de Guaicaipuro arreciaron ataques con piedras, palos y otros objetos.

Tras el lanzamiento de una bomba incendiaria que penetró por una ventana del rotativo, pidió subir a la sede un dirigente político que se identificó como Max Quintana, quien les recomendó que salieran del lugar. “Este señor entró porque conoce a una de las reporteras. Nos dijo que si los enfrentábamos nos quemarían vivos. Luego una de nuestras periodistas colgó en su Twitter una foto donde este señor hablaba con los motorizados y grupos armados y minutos más tarde arremetieron con más fuerza, no dejaron ni un vidrio completo. Literalmente nos destrozaron la fachada”, comentó Murolo.

Igual suerte corrieron los periodistas del diario Avance, donde unos trabajadores resultaron heridos mientras intentaban salir. Leonardo Oliveros, reportero de Ciudad, dijo que causaron daños a varios vehículos que intentaron quemar al lanzar una bomba molotov el área donde se guardan bobinas de papel. “Tuvimos que lidiar con la histeria de las compañeras. Mas no tuvimos miedo. Nos quedamos trabajando para sacar la edición”, relató Oliveros.

Pese a que todas las autoridades de Guaicaipuro recibieron llamadas de auxilio, solo el jefe de Polimiranda, Elisio Guzmán, movió una brigada de orden público que logró evacuar el personal de La Región. “Gracias a los escudos antimotines salimos ilesos de esta pesadilla”, comentó Daniel Murolo.