
Enero 22, 2016.-Aunque han pasado casi dos años el dolor sigue intacto. Rosa Orozco, la madre de Geraldine Moreno, recuerda y revive como si hubiese sido hace pocos instantes la muerte de su hija a manos de la Guardia Nacional .
Geraldine solo tenía 23 años cuando su vida fue segada por una serie de funcionarios de la GNB, entre ellos los sargentos segundo Franklin Armando García López y Paola Marlene Barroso Ortiz.
A esta joven le dispararon perdigones a la cara durante las protestas que se realizaban en Carabobo en 2014. Hoy todavía hay un juicio abierto contra parte de los responsables.
A García López se le imputó por la presunta comisión de los delitos de autor material en el homicidio calificado con alevosía y motivos fútiles, uso indebido de arma orgánica y quebrantamiento de pactos y convenios internacionales.
En cuanto a Barroso Ortiz se le imputó por la presunta comisión de los delitos de cómplice no necesario en homicidio calificado con alevosía y motivos fútiles, uso indebido de arma orgánica y quebrantamiento de pactos y convenios internacionales.
Una vez que fueron analizados los elementos de convicción presentados por la representación del Ministerio Público, el Tribunal 6º de Control del estado Carabobo, dictó medida privativa de libertad contra ambos militares.
Este viernes se lleva a cabo la audiencia número 18 de este caso y comparecerán una serie de testigos del hecho. Su madre lo recordó a través de las redes sociales: